Se necesitan medidas para hacer frente al colapso de la flora y la fauna
La naturaleza mundial se explotando y destruyendo por los humanos en una forma sin precedentes. Así afirma The Living Planet Report, un informe recién publicada sobre la biodiversidad global. Desde 1970, las poblaciones animales se desplomaron más de dos tercios en promedio, ya que la humanidad está explotando al límite los sistemas de soporte vital del planeta por el consumo excesivo, el crecimiento demográfico y la agricultura intensiva. Expertos, ONGs y partidos políticos animalistas de todo el mundo piden acción inmediata. "No hay un Planeta B. Debemos cambiar fundamentalmente nuestro sistema alimentario y económico para dejar de poner en riesgo nuestra salud, seguridad y supervivencia", dice Esther Ouwehand, presidenta del Partido holandés por los Animales.
Acto artístico, pidiendo una mejor protección de la biodiversidad. Organizado por los partidos animalistas y los protectores animales el año pasado.
El informe Living Planet Report 2020, elaborado por 134 expertos de todo el mundo, es una de las evaluaciones más completas de la biodiversidad mundial. Sus resultados son evidencia adicional de la sexta extinción masiva de vida en la Tierra, con un millón de especies en riesgo debido a la actividad humana, según el informe de evaluación global de la ONU en 2019. En todas las regiones del mundo, las poblaciones de animales silvestres vertebrados están colapsando; en algunas regiones hasta el 94% (América Latina y el Caribe) y menos en otras, pero con un alarmante 68% en promedio.
"Todos los indicadores de pérdida de biodiversidad están yendo rápidamente por el camino equivocado", dice Mike Barrett, director ejecutivo de conservación y ciencia del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). ¿Las causas? La sobreexplotación de los ecosistemas, la fragmentación del hábitat, la deforestación y la conversión de espacios silvestres para la producción humana de alimentos.
"Necesitamos tomar acción de forma inmediatamente en el sector de la alimentación y la agricultura", dice Barrett. "Para empezar, debe de haber una regulación para eliminar la deforestación de nuestra cadena de suministro de forma inmediata. Eso es absolutamente vital". Sir David Attenborough, el famoso biólogo británico que escribió una colección de ensayos que acompañan al informe, también destaca la necesidad de "cambios sistémicos en la forma en que producimos alimentos, creamos energía, gestionamos nuestros océanos y utilizamos los materiales" y la necesidad de "lograr una mayor igualdad entre lo que las naciones toman del mundo y lo que devuelven. Las naciones más ricas tienen mucho por hacer y ha llegado el momento de devolver algo a la naturaleza".
Plan B: restauración de la naturaleza y un cambio sistémico
Esto es exactamente lo que el Partido holandés por los Animales y sus partidos hermanos en todo el mundo aspiran. Como explica la presidente del partido, Esther Ouwehand: "Los gobiernos occidentales juegan un papel importante en la deterioración de los recursos naturales en otras partes de la Tierra. Las importaciones a gran escala de soya, madera y aceite de palma afectan de forma directa a las selvas tropicales y los bosques primarios, mientras que la sobrepesca de la flota pesquera europea daña gravemente los mares y océanos de todo el mundo. Nuestro actual sistema económico impulsado por el crecimiento es insostenible; aumenta la desigualdad mundial y está destruyendo la Tierra. El crecimiento eterno en un planeta finito es simplemente imposible. En cambio, queremos una economía sostenible y ecológica que ofrezca suficiente para todos, dentro de los límites de la Tierra, como se describe en el modelo del donut de la economista británica Kate Raworth".
La economista Kate Raworth explica la economía del donut.
El Partido por los Animales quiere apoyar activamente a la restauración y protección de los sitios naturales en todo el mundo. "La investigación muestra que los esfuerzos de conservación y restauración de la naturaleza sí funcionan. Tanto la naturaleza como las poblaciones animales muestran signos sorprendentes de recuperación", dice Ouwehand. "La medida más importante y efectiva para detener el declive de la biodiversidad es reducir el consumo de productos animales, ya que la producción de carne y lácteos es una de las principales causas de destrucción de la naturaleza, cambio climático, pérdida de hábitat y deforestación". Por lo tanto, el Partido por los Animales y sus partidos hermanos en varios países del mundo están pidiendo una revolución alimentaria y el fin de la agricultura industrial.
Con representantes locales y nacionales elegidos en varios países de todo el mundo y en el Parlamento Europeo, los partidos por los derechos de los animales quieren que todas las políticas se sopesen contra de las consecuencias para los animales, la naturaleza, el medio ambiente y nuestra salud. De esta forma, el Partido por los Animales lidera la resistencia política contra políticas destructivas como el comercio internacional de animales silvestres, la sobrepesca, la deforestación y los acuerdos comerciales como el Mercosur.
"Cada vez más personas están tomando conciencia de la urgente necesidad de cambiar sus hábitos y nuestro sistema. ¡Así que sí hay esperanza!" añade Ouwehand.
(Este texto se basa en parte en el artículo de Patrick Greenfield de The Guardian.)